[Reseña de: Carmen Pardo Salgado y Jorge Juanes López, Los saberes en la modernidad. Aproximaciones desde el arte 1, Cuadernos del Seminario de la Modernidad: versiones y dimensiones, número 13, México, Universidad Nacional Autónoma de México, 2019.]
Eco y Narciso: figuras de la sensibilidad moderna
Sonia Rangel
“Tengo curiosidad por poner de manifiesto aspectos tan
comunes de las cosas que no somos conscientes de
ello. (…) La grabación es una suerte de ilusión
mientras que la rayadura en el disco es más real”.
Chistian Marclay
El número 13 de la Serie de Cuadernos del Seminario la Modernidad: versiones y dimensiones, que lleva por título Los saberes en la modernidad. Aproximaciones desde el arte 1, se compone por dos maravillosos ensayos. El primero, escrito por la filósofa española Carmen Pardo, se titula “Las metamorfosis de la sensibilidad moderna: ética y estética”, mientras que el segundo, escrito por Jorge Juanes, versa sobre “Paul Klee y la pintura sin fronteras”. Debido a la brevedad de este espacio, me enfocaré sólo en el primero de estos ensayos.
De entrada, hay que recordar que Carmen Pardo ha dedicado gran parte de su trabajo de investigación a pensar la música tomando como punto de partida la obra de John Cage. Asimismo, como apunta el título de este ensayo, se ocupado de reflexionar sobre las transformaciones de la sensibilidad moderna, principalmente de la escucha, que fueron abiertas por la invención de las tecnologías de grabación y reproducción sonora que se desarrollaron a lo largo del siglo XX. Siguiendo esta línea problemática, en el presente ensayo se plantea una arqueología de la configuración estética contemporánea, donde Pardo expone la idea de la sensibilidad moderna entendida como un modo de estar en el presente. Para la autora, la constelación sensible de nuestro presente se articula entre la tecnología, el capitalismo y los cambios de la sensibilidad que son efecto de las técnicas de grabación y reproducción visual y sonora. Así, siguiendo a Baudelaire, observa en la modernidad una tensión paradójica que se expresa en la fotografía y la fonografía, ya que: “La modernidad no queda circunscrita a un periodo histórico determinado, sino a un proceder capaz de aunar lo eterno e inmutable con lo fugitivo, lo transitorio y lo contingente”. (1)
El carácter paradójico de la modernidad se hace sensible en las primeras grabaciones sonoras, mismas que no sólo captan y registran lo efímero, sino que, al mismo tiempo, lo hacen repetible. De igual forma operan las fotografías que, al captar el instante, lo hacen reproducible como cliché. La autora nos recuerda que, para Baudelaire, la reproducción de la imagen fotográfica tiene un efecto narcisista. La sociedad inmunda es aquélla que, como Narciso, se encuentra sumergida en la contemplación de sí misma. De esta manera, la mirada producida por la fotografía, en un primer momento, como pensaba Benjamin, supuso una ampliación de la percepción; modificación que con el tiempo devino en acostumbramiento. En este sentido, Pardo señala: “Lo que Baudelaire denuncia, no ya en la mirada a través de la cámara sino en la mirada ante la cámara, se convierte después en la mirada común, la mirada surgida de la autoenajenación. La mirada ante la cámara es la de la fascinación frente al aparato técnico capaz de reproducir el presente y fijarlo”. (2)
La modificación de la sensibilidad deviene una atrofia del ver que es correlativa a la automatización de la escucha generada por la fonografía. Mientras que las primeras experiencias de grabación y audición del registro sonoro provocan un efecto de extrañamiento frente al desdoblamiento de la escucha –revelando la existencia de una escucha interna y otra externa, a la vez que hacen emerger una especie de inconsciente sonoro que posibilita poner atención a sonidos antes inaudibles–, así también la grabación hace posible por primera vez la repetición del acontecimiento musical en su singularidad. No obstante, se trata de una mala repetición; una repetición de lo mismo cuyo acostumbramiento deviene automatismo de la escucha: efecto de eco.
Eco y Narciso son, pues, las figuras de la sensibilidad moderna. Así, en la última parte del ensayo, Pardo hace un análisis de la obra del artista contemporáneo de origen suizo-americano, Christian Marclay, cuyo trabajo explora medios audiovisuales en una crítica a la reproductibilidad técnica y, sobre todo, a la automatización de la mirada y de la escucha. En varias de sus obras, Marclay utiliza discos como soporte matérico y, a través de la manipulación de los discos de vinilo o CDs, hace una crítica a la cosificación de la música efecto de la grabación y su reproducción como mercancía. En este sentido, propone la destrucción del disco como objeto-música, para lo cual crea estrategias que desautomatizan la escucha al abrir otra dimensión de lo audible que ya no responde a la fidelidad de la grabación, sino a la materialidad del disco. De esta manera, busca e introduce sonidos nuevos a través de la manipulación de los vinilos, desde las rayaduras hasta la puesta en operación simultanea de cuatro tornamesas, como sucede en su obra “Turntablist”. De ésta surge un nuevo ensamble sonoro que pone en operación una forma de escucha oblicua; procedimiento que, de manera análoga, emplea también en la instalación multipantalla “Video quartet” con la proyección simultanea de cuatro diferentes fragmentos de películas de Hollywood, obra que, a la manera de Benjamin, supone una percepción distraída. En este sentido, Pardo apunta: “Al hacer audible la materialidad del disco se destruye la ilusión de esa música cautiva y se muestra el disco como simulacro que modifica la relación del oyente con la música”. (3)
Contra la fidelidad, Marclay utiliza la rayadura sobre el vinilo (creación de nuevos surcos), el silencio (cuyo efecto es la materialidad sonora) y los saltos de la aguja en la reproducción, mismos que destruyen la ilusión de fidelidad y continuidad de la grabación y, con ello, los hábitos de escucha. El soporte vinil ya no opera como un reproductor de la grabación, sino que adquiere una cualidad plástica que da lugar a la creación de otra escucha y otros sonidos. Para la autora: “Las propuestas de Marclay tienen por objeto hacer saltar la escucha del oyente del surco en el que se halla predeterminada. Salir del surco es un ejercicio orientado a desestabilizar los hábitos y cambiar la percepción”. (4)
Como en sus trabajos anteriores, Pardo realiza una micropolítica de la percepción (principalmente de la escucha); libera una máquina de guerra para romper con el hechizo de Narciso y Eco, y nos recuerda que, como decía John Cage, hay que dejar de ser sordos y ciegos al mundo que nos rodea.
Referencias
↑1 | Carmen Pardo Salgado y Jorge Juanes López, Los saberes en la modernidad. Aproximaciones desde el arte 1, Cuadernos del Seminario de la Modernidad: versiones y dimensiones, número 13, México, Universidad Nacional Autónoma de México, 2019, p. 22. |
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↑2 | Ibid., p. 29-30. |
↑3 | Ibid., p. 37. |
↑4 | Ibid., p. 39. |